SUPERANDO EL DOLOR

2 julio, 2019

SUPERANDO EL DOLOR “ENTRE” NOSOTROS CURANDO Y RECONCILIACIÓN SIN COMPROMISO.

Una presentación de ideas de Comunicación No Violenta y su usos por: Marshall B. Rosenberg
Superando el dolor

Introducción

Lo siguiente fue extraído de un taller de trabajo realizado el 4 de octubre, 2002 por Marshall Rosenberg, fundador del Centro de Comunicación No Violenta. “Superando el dolor” está centrado en arreglar nuestras relaciones entre nosotros y nos dota destrezas para comprender y resolver nuestros conflictos, para sanar nuestros dolores, y para desarrollar relaciones satisfactorias utilizando la Comunicaciones No Violenta (C.N.V.)

Aquí encontrarás pasos que puedes dar para sanar o reconciliar cualquier relación conflictiva, sea del trabajo, del hogar, de la escuela o de tu comunidad. También te dará una sensación de energía empática: la compasión y la sincera “presencia” necesaria para que el sanamiento tenga lugar. Las destrezas de la Comunicación No Violenta te posibilitan lograr una paz duradera, e incluso prevenir o evitar que el problema se desarrolle en primer lugar. Participa en este diálogo del taller y goza de la magia que produce el entendimiento cuando escuchamos y hablamos desde el corazón.

El entrenamiento comienza con Marshall Rosenberg interpretando una situación propuesta por un miembro del grupo. En las interpretaciones, los participantes son identificados por UF (participante femenino no-identificada), UM (participante masculino no-identificado) y MBR (Marshall B. Rosenberg). El resto de las palabras son de Marshall. Nos unimos a la conversación con una pregunta de uno de los participantes del taller.

 

Interpretación (Roll-playing): Sanando, AMARGURA.

MBR: Buenas tardes. Así que, ¿Qué puedo compartir con vosotros sobre sanar y reconciliar que se satisfagan vuestros deseos? ¿Os gustaría escucharme hablar sobre ello? ¿O quizás tengáis algún dolor residual de algo que os ocurrió en el pasado con alguien y os gustaría “revivirlo” y no solamente hablar sobre ello?

UF: Me pregunto como me puedo sobreponer o soltar mucha amargura que tengo hacia alguien.

MBR: ¿Qué os parece si uso Comunicación No-violenta y hago el papel de la persona hacia la cual sientes tanta amargura? Yo seré esa persona, pero te estaré hablando como alguien que vive la Comunicación No-violenta. Lo único que debes hacer es decir lo que quieres decir. ¿De acuerdo?, ¿lo comprendes? Bien, ahora ¿quién voy a ser yo?

UF: Mi hermano.

MBR: (Comienza su papel) Hermana estoy muy conmocionado de que quieras sanar esta amargura que hay entre nosotros, y por el valor que estás demostrando. Sería un gran regalo para mí si compartieras conmigo lo que sientes hacia mí en este momento. Simplemente cuéntame lo que pasa de la manera que quieras.

UF: En realidad tengo un problema ético contigo. No fuiste sincero conmigo cuando nuestros padres se estaban decayendo. Cuando intenté acercarme a ti para poder entenderlo, no estabas dispuesto. Solo querías dejar atrás el pasado. Eso es lo que siempre has hecho, toda nuestra vida. Dices que es mi problema; no quieres enfrentarlo. Todo aquello que a mí me hace sentir triste parece carecer de importancia.

MBR: Me has dicho mucho; muchos sentimientos diferentes. Déjame revisarlo para poder estar seguro de que lo entiendo por completo. Estoy oyendo mucho enfado conectado a la necesidad de que quizás sufriste con respecto al apoyo que no hallaste cuando tus padres estaban decayendo. ¿Hasta ahí te he oído bien?

UF: Si.

MBR: Por lo tanto eso era real, y ahora te gustaría un poco de comprensión sobre lo difícil que fue para ti esa situación, como te hubiese gustado ese apoyo… porque no solo no recibiste el apoyo que deseabas tener sino que también oigo que algunas de las cosas que he hecho posteriormente con respecto a las relaciones familiares te han dejado con una gran cantidad de dolor… que realmente te hubiese gustado que nosotros hubiésemos hecho que esas decisiones hubiesen sido diferentes.

UF: Si, ya.

MBR: Si… especialmente teniendo en cuenta que no fue la única ocasión en la cual no se dio la consideración que tú esperabas a tus necesidades. ¿He oído tu mensaje correctamente?

UF: Si, si.

MBR: ¿Te gusta cuando llevo mis orejas de empatía? UF: ¡Si! ¿Serás mi hermano?

MBR: Así que, aun llevando estas orejas, me gustaría escuchar a lo que aún tienes vivo, que son incómodos y que están activos dentro de ti?

UF: Dices que quieres que nos juntemos de nuevo, pero simplemente no puedo. Simplemente no resolvemos los conflictos en la familia, y no quiero vivir más así.

MBR: Por lo tanto, si oigo tu necesidad, es para protegerte del dolor que has sentido en el pasado cuando has estrechado tu mano y has intentado resolver cosas y no ocurrió. En este punto has tenido suficiente de eso. Es como si una parte de ti le gustara escuchar algo de mí, pero no si eso va a significar revivir el dolor del pasado otra vez.

UF: Así es. Todavía estoy en un dilema, porque no puedo verlo resuelto de ninguna de las formas. Si vuelvo, no va a resultar bueno para mí, pero si me mantengo alejada, parece no ser natural.

MBR: Así que estás realmente desgarrada. Tienes dos necesidades. Una necesidad es que haya una reconciliación y un saneamiento entre nosotros. La otra es esta fuerte necesidad de autoprotección. No sabes cómo hacer cumplir las dos necesidades.

UF: Correcto.

MBR: Ese es un conflicto realmente doloroso.

UF: Correcto.

MBR: ¿Algo más, Hermana, que te gustaría que escuchase antes de que reaccione a lo que me has dicho?

UF: No.

 

MBR: Escuchándote ahora, con estos oídos de empatía puestos, siento una profunda, pero que profunda tristeza, porque veo que no he logrado mis propias necesidades con algunas de las cosas que he hecho en nuestra relación: la necesidad de criarte de la manera que me hubiera gustado, contribuir a tu bienestar. Cuando veo cómo mis acciones tienen justo el efecto opuesto, como ha creado tanto dolor en ti, siento una profunda tristeza… y soy muy vulnerable en este momento…me gustaría oír como te sientes cuando te cuento sobre esta tristeza que siento.

UF; Probablemente estás en el mismo dilema que yo, en el sentido de que no sabes cómo llenar mis necesidades sin que tú mismo te sientas muy incómodo…

MBR: Quiero agradecerte el haber anticipado tal situación y lo que realmente me gustaría ahora es que simplemente me escuches lo triste que me siento por no haber cumplido con la necesidad que tenía de contribuir a tu bienestar como me hubiese gustado.

UF: Te lo aprecio mucho.

MBR: Ahora bien, lo que me gustaría hacer ahora es contarte lo que sucedía dentro de mi cuando hacía esas cosas en nuestra relación. Y – creo que esto lo has anticipado de alguna forma – lo quisiera aclarar lo más posible. En primer lugar, sobre lo de no aportar más apoyo en tus esfuerzos referente al estrés que rodeaba nuestros padres en su decaída: tenía un mensaje interior que me decía que debería ayudarte, y que era bastante rata por no hacerlo. Y después como me sentía tan culpable, no era capaz de oír tu dolor y tus necesidades con mis oídos de escucha compasiva. Tus peticiones me sonaban más a demandas, estaba partido porque quería ayudar, pero por otra parte estaba enfadado porque oía una demanda. Me sentía culpable, y simplemente no sabía como manejar todos esos sentimientos que tenía dentro de mí excepto aludiendo toda la situación. Quisiera saber cómo te sientes cuando te cuento todo eso.

UF: Tiene sentido… esclarece las cosas.

MBR: Por lo tanto, así como tú tienes algo de dolor con respecto a mí, yo tengo algo de dolor que no he sabido expresarte sobre cosas que han sucedido en el pasado. Echo en falta el no haber sabido cómo hablar sobre ello, pero el alojar ese dolor en mi interior y el no saber expresarlo a veces se trasmitía como enfado hacia ti. Ojalá hubiera sabido expresarlo de diferente manera. Así que, ¿Cómo te sientes cuando te cuento todo esto?

 

UF: Es agradable escucharlo.

MBR: Por lo tanto, ¿tienes algo más que quisieras que escuchase, o que te gustaría escuchar de mi parte?

UF: Supongo que me gustaría saber cómo solucionar todo este embrollo de tal manera que fuese lo suficientemente cómodo para los dos. Después podemos seguir adelante. Es un embrollo que hay que esclarecer. Y estoy dispuesta a oír lo que tengas que decir para poder así abrir el diálogo.

MBR: (Aún dentro del roll-playing) Tengo una idea. Dime qué te parece esto: ¿Y si les pedimos a las personas que están grabando este taller que nos envíen una copia de todo esto para comenzar? Y quizás después me podrías telefonear y pedirme si te gustaría continuar con este tipo de diálogo, ¿ quizás con la ayuda de una tercera persona?

UF: Sí, creo que es una excelente idea.

MBR: Bien, hagámoslo.

UF: Gracias. (FIN DEL PRIMER ROLL-PLAYING)

Reacciones al roll-playing.

MBR: Bien, ¿Alguna reacción a esa situación? ¿Preguntas?

UF: ¿Qué recomendarías si sucediese que no fuera posible el enviar la grabación?

MBR: Creo que hemos conseguido curar algo de lo que ella quería, que hemos logrado hablar sobre el dolor. Ella quiere profundizar en la relación. Eso demuestra que no necesitamos la otra persona presente para poder obtener una cura. Por supuesto que sería agradable profundizar las cosas con él e ir mas allá, pero no queremos profundizar en la disponibilidad de otra persona para que nuestra cura personal ocurra. Especialmente si ya no viven, si no son accesibles. Afortunadamente podemos curarnos por completo sin la intervención de la otra persona.

UM: Me parece de gran importancia el hecho de que, si tengo un problema con una persona y no me puedo curar a solas, el tener alguien para actuar con el personaje CNV conmigo. Como lo has hecho ahora mismo, alguien quien pueda oír mis desavenencias y escuchar con empatía. Por lo cual, mi pregunta es ¿si no tengo ese amigo, tienes un método para hacerlo a solas con uno mismo?

 

MBR: Si, creo que puedes hacerlo solo contigo mismo, y por supuesto en el mejor de los casos, hubiésemos tenido al hermano aquí. Eso hubiese sido lo más potente. Él podía haber realizado su propio personaje, pero lo podemos hacer sin él.

Dejadme subrayar los pasos que hemos tomado para ayudarnos a lograr esto. Lo que tiene mayor importancia es lo poco que hemos hablado del pasado. La hermana se ha referido pocas veces a lo que yo, Hermano, hice, pero no hemos entrado en detalles. Y lo que he descubierto a lo largo de los años es que cuanto más hablamos del pasado, menos nos curamos de él. La mayor parte de nuestra conversación era sobre lo que teníamos vivo en nuestro interior pero en el presente. Estábamos hablando del presente, lo que ella aún siente como resultado de lo que ocurrió en el pasado.

La mayoría de las personas piensan que hay que entender el pasado para que uno se cure. Y que tienes que contar toda la historia para poder entenderlo. Mezclan la comprensión intelectual con empatía. Desde la empatía es de donde viene el curarse. El contar toda la historia produce entendimiento intelectual sobre el por qué ha actuado la persona de esa manera, pero eso no es empatía, y no produce ninguna cura. De hecho, el revivir la historia profundiza más el dolor. Es como revivir el dolor de nuevo. Por lo tanto, mientras que no negamos el pasado, y hacemos referencia a ella – a lo que hizo el hermano- no hemos entrado en detalles. No hemos dicho, por ejemplo, “Tuve que llevar a Mamá a todas las tiendas y no solo eso, pero cuando Papá enfermó, sabes, dadadadadadada.” Cuanto más hubiese hablado de eso, menos cura hubiese habido. Especialmente cuando lo haces con las personas con las que estás dolida. Van a pensar que tu objetivo es crear una situación para mandarles al infierno.

UF: Me estaba entrando la sensación de que el hermano guarda algo que no le ha contado. Y ¿si está escondiéndole algo que tiene en contra de ella?

MBR: En el personaje del hermano, al final he dicho, “Estoy sintiendo algo de dolor que no sé como expresarte”. Eso es todo lo que necesito hacer. He dicho que aún sentía algo de dolor en relación con el pasado para el cual necesito algo de comprensión, y esa comprensión no significa que te tenga que contar la historia, hablar más sobre el pasado.

UF: Bien.

 

MBR: Lo cual significa que lo he recibido de ella, he visto en sus ojos que me ha escuchado.

UF: Bien, bien.

Los Dos Primeros Pasos en la Curación: ¿Qué está vivo ahora? Y ¿Conexión Empática?

MBR: por lo cual, el primer paso en la curación, el que queramos curarnos a nosotros mismos o ayudar a curar a otra persona, es poner el enfoque en lo que está vivo ahora, no en lo que ocurrió en el pasado. Si hay una mención del pasado, digamos cinco palabras, no más: cuando te escapaste de casa, cuando me pegaste, lo que fuere.

Nuestro segundo paso es tratar con lo que está vivo dentro de nosotros ahora con relación a eso. La siguiente cosa que me gustaría que tuvieseis en cuenta de esa primera situación, en mi personaje de hermano, es que yo me conecto con empatía con lo que está vivo ahora dentro de ella. El hacer eso requiere ciertas cosas.

El primer componente de la conexión empática es lo que Martin Buber nombra como el regalo más preciado que un ser humano puede dar a otro ser humano: presencia. En el papel de hermano yo estaba totalmente presente a lo que ella tenía vivo dentro de sí en este momento, no estaba pensando en lo siguiente que iba a decir, o lo que había ocurrido en el pasado.

Este es un regalo difícil de dar a alguien porque esto significa que no puedo traer nada del pasado. Incluso el diagnóstico que he tenido de esta persona en el pasado se entrometerá en la empatía. Esto es por lo cual mi entrenamiento clínico en psicoanálisis era deficitario. Me enseñó a sentarme y a pensar en lo que la persona estaba diciendo y cómo interpretarlo intelectualmente, pero no saber estar totalmente presente ante esta persona (que es de donde realmente viene la curación). Para estar totalmente presente tengo que echar fuera todo mi entrenamiento clínico, todos mis diagnósticos, todo este conocimiento previo del ser humano y de su desarrollo. Eso solo me da comprensión intelectual, lo cual bloquea la empatía.

La mejor manera que encuentro para transmitir cómo vivo la empatía es “como hacer surf sobre una tabla”. Estás intentando coger la energía de la ola, intentando oír lo que está vivo ahora. Estoy intentando seguir con este ritmo de vida que se encuentra dentro de la persona. Y en ocasiones simplemente mirando al suelo puede conectar mejor con ello que mirando a la persona y ser distraído por otras cosas.

 

UF: Aunque a mí me absorbe la pena.

Empatía contra Compasión.

MBR: Compasión, empatía-aclaremos la diferencia. Si dentro de mí tengo sentimientos fuertes, simplemente el ser consciente de ellos es compasión, no empatía. Por lo tanto, si yo hubiese sido el hermano y si hubiese dicho, “Vaya, yo me siento triste cuando dices eso,” eso hubiese sido compasión, no empatía. Recuerda una época en la cual tenías un dolor en el cuerpo, quizás un dolor de cabeza, o un dolor de muelas, ¿y lograste estar absorta por un buen libro? ¿Qué le ocurrió al dolor? No eras consciente de él. Estaba ahí, quiero decir que la condición física no había cambiado, pero no estabas. Estabas fuera, de visita: Eso es empatía. Estabas visitando el libro.

Con empatía, estamos con la otra persona. Eso no significa que sentimos sus sentimientos. Estamos con ellos mientras viven sus sentimientos. Ahora, si quito mi mente de esa persona durante un segundo, quizás me dé cuenta que tengo unos sentimientos muy fuertes. Si es así, no intento hundir mis sentimientos. Digo, “Vuelve a ellos”. Mis propios sentimientos me dicen que no estoy con la otra persona. Estoy de vuelta en casa. “Vuelve”.

Si mi dolor es demasiado grande, no puedo empatizar. Puedo decir, “Tengo tanto dolor en este momento escuchando algunas de las cosas que estas diciendo- que no puedo seguir escuchándote. ¿Podríamos parar unos minutos para sobreponerme y podría continuar escuchándote?

Es muy importante el no mezclar la empatía y la compasión, porque cuando esta persona está sumergida en el dolor y entonces digo, “O, entiendo como te sientes y me siento tan triste sobre eso,” les quito el flujo que hay entre ellos y atraigo la atención hacia mí.

Yo a veces utilizo una frase sobre Comunicación No-violenta, que muchas personas odian, y digo que se requiere “aprender a disfrutar del dolor de la otra persona”: Ahora, ¿por qué utilizo una frase tan enfermiza? Porque cuando iba a San Diego, una amiga me llamaba por teléfono y me decía, “Ven a mi casa y juega con mi dolor”. Ella sabía que yo entendía lo que ella quería decir con eso. Se estaba muriendo de una enfermedad muy dolorosa y me solía decir que lo que lo empeoraba era el tener que llevar la reacción que le gente demostraba ante su dolor. Sus repuestas que brotaban de sus corazones apenados le estaba creando tal problema que prefería estar sola con su dolor que tener que consolar a personas sobre el tema. Por lo tanto, ella dijo, “Por eso me gusta llamarte, Marshall, porque eres tan frío de corazón. Eres un miserable hijo de puta. Se que puedo hablar contigo y te va a importar un rábano porque solo piensas en ti mismo.”

Ella sabía que podía entender “El lenguaje CNV”. Y sabía que lo consideraba como un placer en el sentido que si la otra persona está sintiendo dolor o gozo, cuando estamos en su presencia como quien dice, es muy valioso. Por supuesto que, me gustaría mucho mas que la otra persona estuviese sintiendo gozo, pero es muy valioso simplemente el estar presente con otra persona y con lo que esté vivo dentro de ellos. Eso es lo que mi amigo quería decir cuando decía “jugar con mi dolor”.

UM: ¿Cómo logras estar presente sin estar absorto por todos estos sentimientos?

Estar Presente Delante de Sentimientos Fuertes

MBR: No se cómo hacerlo siempre. Intentaba realizar un poco de trabajo curativo con una mujer de Argelia, que quería que le curase. Unos extremistas le habían sacado fuera arrastras y le obligaron a presenciar cómo le ataban a su amigo a la parte trasera de un coche y lo llevaban arrastras hasta que murió. Después la llevaron dentro y la violaron delante de sus padres. Los extremistas iban a volver la próxima noche y la iban a matar, pero ella llegó a un teléfono y llamó a unos amigos míos de Génova quienes le sacaron a media noche.

Recibí una llamada telefónica de ellos donde vivo en Suiza. Y dijeron, “¿Marshall, puedes tú hacer la curación con esta mujer?”. Me contaron lo que había sucedido. Yo dije, “Estoy realizando un entrenamiento durante el día, pero mandarla esta noche”. Respondieron, “Marshall, aquí está el problema. Le hemos explicado cómo harás el trabajo de la cura, que cómo harás el sketch haciendo el papel de las otras personas; tiene miedo que te matará”. Respondí, “¿Le habéis explicado que esto es solo un sketch, que no son las personas reales?” Ellos respondieron, “Eso ya lo entiende. Pero dice que “Aunque imagine que él es esa persona, lo mataré, sé que lo haré”. Y, Marshall, debes saber que es una mujer grande y fuerte”.

Les agradecí por su aviso, y les dije, “Os diré que voy a necesitar un intérprete en la habitación. Quizás le hagas sentir más segura al saber que va haber otra persona presente. Tengo una persona en mi clase de entrenamiento que es de Ruanda y después de lo que ha pasado, no creo que esto le asuste. Preguntarle si se sentiría segura si esta persona de Ruanda estuviese presente para ayudarme si fuese necesario”. Así que, esas fueran las condiciones bajo las cuales ella estuvo presente.

Ahora, volviendo a tu pregunta: Cuando empecé a escuchar el dolor de esta mujer, le enormidad de su sufrimiento, en dos ocasiones simplemente dije, “Hemos terminado, hemos terminado. Necesito tiempo”. Tuve que salir al pasillo y trabajar mucho sobre mí mismo para poder volver a la habitación donde estaba haciendo el trabajo. No podía simplemente “volver” a ella. Lo único que quería hacer en ese punto era encontrar a ese sujeto y hacer un poco de “Terapia de Detroit” con él. Tuve que trabajar conmigo mismo unos veinte minutos aproximadamente antes de poder entrar donde ella estaba.

Lo que estoy diciendo es que a veces mi dolor es tan grande que no puedo estar completamente presente como me gustaría estar. Y no lo encuentro que sea un problema grande. Normalmente la otra persona lo puede entender.

UM: Marshall, ¿No te parece de ayuda que la otra persona comparta ese dolor con la otra persona?

MBR: Muy a menudo lo hago. Le digo a la otra persona, “Tengo tanto dolor que no te puedo escuchar ahora mismo. ¿Quieres oír lo que es eso, o tienes demasiado dolor?” Diría que la mitad de las veces lo quieren oír y pueden. Y esa es otra opción. Pero en este caso, como estaba llorando tanto y gritando, yo no era optimista de que ella necesitara estar hablando de mis sentimientos, o que esto le ayudara.

UM: Eso es de gran ayuda.

Pasos de Empatía

MBR: Regresando a nuestros pasos de empatía. Primero, la empatía requiere presencia, un enfoque en lo que está vivo en este momento en la otra persona con relación a sus sentimientos y necesidades. Segundo, requiere revisar las cosas con la otra persona, asegurándote de que estás conectando con sus sentimientos y necesidades.

Cada paso que hemos mencionado hasta ahora se pude hacer en silencio: estando totalmente presente, prestando atención en los sentimientos o necesidades de la otra persona. También podríamos revisar verbalmente, reflexionando en voz alta y diciendo cuáles son los sentimientos y necesidades que observamos.

Recordemos tener nuestra atención en crear empatía, como cosa opuesta a practicar una técnica mecánica. La razón número uno es el estar seguro de que conectamos con esta persona. No queremos que la otra persona nos vea como que estamos utilizando algo sobre él/ella. Así que cuando lo revisamos, lo hacemos de tal manera que les haga llegar que no estamos seguros de que estamos conectados por completo con ellos y nos gustaría asegurar lo que es real para ellos sobre esa situación.

La otra condición bajo la cual podemos realizar esa comprobación- aunque estemos bastante seguros de que les hemos escuchado – ocurre cuando sentimos que se han hecho realmente vulnerables en decir lo que han dicho. Podemos pensar, si estuviésemos en esa situación, que realmente apreciaríamos algo de confirmación de que estábamos siendo comprendidos. Así que, si hemos percibido eso y lo hemos acertado, entonces decirlo en el alto y comprobarlo. Estas son la únicas dos condiciones bajo las cuales comunicamos empatía en voz alta en lugar de un modo silencioso.

MBR: Recientemente estaba en Dinamarca trabajando con una mujer con una enorme cantidad de dolor. Por lo menos habían transcurrido veinte minutos. Ella expresó su dolor hermosamente, pero lo hizo de una forma bastante cruda. Era muy fácil para mí escuchar lo que estaba vivo en ella. No sentí ninguna necesidad de expresarlo en voz alta, así que allí estuve sentado durante veinte minutos en silencio. Al final de esos veinte minutos ella simplemente se puso en pie y me abrazó diciendo, “Gracias por toda la empatía, Marshall”. No había dicho ni una sola palabra. Estuve con ella todo el tiempo. Ella lo sintió sin que se dijera ni una sola palabra.

UF: Así que, con empatía, estás vacío de ti mismo y repleto de la otra persona.

MBR: Con empatía, estoy completamente con ellos, no lleno de ellos-eso es compasión.

Devolviendo la Empatía

El tercer paso para empatizar es estar con la persona hasta que te den signos de que han terminado. Sed conscientes de que el primer o segundo mensaje que nos da la persona son solamente la punta del iceberg: No hemos tocado fondo. Hay un par de señales que nos dicen si la persona ha terminado con la empatía. Una de las señales es el alivio que sientes en ellos: La empatía te hace sentir pero que muy bien, así que si esa persona ha recibido toda la empatía que necesita, puedes sentir esa sensación de alivio, y lo sentirás en tu propio cuerpo.

 

Cualquiera que esté en la habitación contigo también lo sentirá. Otra señal es que pararán de hablar.

El cuarto paso no tiene lugar hasta que se siente ese alivio. Durante el proceso de la empatía, si cada vez que entiendo algo y vuelven con, “Sí, y blablablablablabla,” esa es una señal que necesitan más empatía. Pero cuando siento ese alivio en tensión, cuando veo que la persona ha dejado de hablar, seguramente tendrán la cantidad de empatía que necesitaban. Pero siempre me gusta cerciorarme la tercera vez diciéndoles,”¿Te gustaría decir algo mas?” He aprendido ha ser muy lento en trasladar mi atención de la otra persona hacia mi mismo. No hace daño el comprobarlo de nuevo.

Ayudaría si la persona con la cual estamos haciendo el trabajo de empatía supiera como decir, “He terminado”, pero la mayoría de la gente no lo hace. Y la mayor parte del tiempo, hasta incluso posterior a la empatía, quieren algo más. Nuestro quinto paso, entonces, es el empatizar con su requerimiento “post-empático”, ese algo extra que desean. Que quizás puede ser información sobre cómo nos hemos sentido al escuchar lo que han dicho, especialmente si han sido muy vulnerables.

Es una cosa muy humana el querer saber cómo ha afectado a la otra persona aquello que has dado. Más aún, la mayoría de las personas no saben cómo pedirlo. Así que si, después de la empatía les veo mirándome, normalmente digo, “¿Te gustaría oír de cómo me siento después de haber escuchado lo que me has dicho?” A veces dicen que sí y a veces no quieren saber cómo me siento.

A parte de querer información sobre cómo se siente la persona que está dando empatía, a veces el requerimiento post-empático es de alguna clase de consejo que llega más a sus necesidades. Cuando llegas a aconsejar a tu hijo/a, sin embargo, nunca des consejo sin que hayas recibido una demanda por escrito primero firmado por tu abogado. Revisa tres veces que quieren consejo, porque casi siempre es mi primera reacción el saltar la empatía e ir directamente al consejo.

Revisión Empática

MBR: Habiendo destacado los pasos para la demanda post-empática, miremos de nuevo a nuestra situación del sketch, y destacar otro elemento que quizás tengáis de él.

Hemos empezado yo haciendo el papel de otra persona-el hermano- dando empatía a la hermana por su dolor. Estando con ella, he percibido que le gustaría obtener alguna verificación, y he preguntado en voz alta la mayoría de las veces. He intentado estar completamente presente en sus sentimientos y necesidades. Ahora bien, daros cuenta que lo he hecho en el rol del hermano: ¿Por qué no lo he hecho solamente como yo mismo? Creo que cualquiera que le estuviera dando empatía hubiese trabajado para ayudar a sanarla. Sin embargo, al paso de los años, hubiese deseado que él le hubiese dado esa empatía directamente a su hermana. Pero ya que no le ha tenido a su hermano aquí hoy, he hecho el rol del hermano.

Resumiendo, entonces, el primer paso en el proceso de la cura o sanamiento es lograr la empatía que alguien necesita. Hay tres formas de hacerlo: Lo puedes dar como una tercera persona, puedes tomar el rol de la persona involucrada, o lograr que esa persona venga y se lo dé en persona.

El Duelo en CNV

MBR: El segundo paso importante en el proceso de curación es “el duelo”. En el rol del hermano, después de la empatía, he estado de duelo. He aquí cómo ha sonado: “Hermana, cuando he visto cómo mis acciones han contribuido a tu dolor, me siento muy triste. No he alcanzado mi necesidad de nutrir y apoyarte de la manera que me hubiese gustado”.

La cosa principal aquí es que esto requiere que veamos una gran diferencia entre el duelo y el pedir perdón. Yo veo petición de perdón como un acto violento. Es violento para la persona que lo recibe y violento para la persona que lo da. Y lo que es aún más trágico es que la persona que lo está recibiendo normalmente le gusta, adicta a la cultura de querer que la persona sufra y verles odiándose a sí mismos. Lo que encuentro cierto es que nunca nadie pide perdón o quiere recibir un perdón si es que anteriormente han experimentado una situación de verdadero duelo.

Miremos por un instante a la diferencia que hay entre duelo y pedir perdón, más de cerca. El pedir perdón está basado sobre un juicio moral, que lo que hice está mal y debo sufrir por ello, e incluso odiarme a mí mismo por lo que he hecho. Eso es radicalmente diferente al duelo, que no está basado sobre juicios morales. El duelo está basado en juicios de la servidumbre de la vida. ¿He logrado alcanzar mis propias necesidades? No. ¿Entonces qué necesidad no he logrado alcanzar?

 

Cuando estamos en contacto con nuestra necesidad no alcanzada o satisfecha nunca sentimos vergüenza, culpabilidad, enfado consigo mismo, o la depresión que sentimos cuando pensamos que lo que hemos hecho está mal. Sentimos tristeza, una tristeza profunda, a veces frustración, pero nunca depresión, culpabilidad, enfado, o vergüenza. Esos cuatro sentimientos nos dicen que estamos haciendo juicios morales en el momento que estamos sintiendo esos sentimientos. Enfado, depresión, culpabilidad, y vergüenza son el producto del pensamiento que es la base de la violencia sobre nuestro planeta. Y estoy feliz de tener esos sentimientos, porque si estoy pensando de una manera que creo soportar la violencia en nuestro planeta, quiero cambiar lo más rápido posible mi manera de pensar.

En nuestro segundo paso, entonces, he pasado por un duelo: no he pedido perdón, he estado de duelo.

Desatascándose

UF: En tu trabajo, ¿cruzas con personas que entran en duelo y no encuentran cómo finalizarlo?

MBR: No, lo que usualmente nos mantiene atascados es una creencia moral y enjuiciamientos. Me gusta cómo Ernest Becker, el antropólogo, lo escribe en su libro titulado “Revolución en Psiquiatría”. Él está de acuerdo con Thomas Szasz, un psiquiatra, que “la enfermedad mental” es una metáfora trágica. Él demuestra una forma diferente de ver el fenómeno. La definición de Becker sobre la depresión se relata con tu idea sobre atascarse y nunca salir de ello: “La depresión es el resultado de las alternativas retenidas cognoscitivamente.” Lo que él quiere decir con esto es que nuestro modo de pensar nos bloquea de ser conscientes de nuestras necesidades, y así ser capaz de tomar acciones para alcanzar nuestras necesidades.

Tomemos un ejemplo de alguien que está de duelo y que tiene problemas para finalizarlo. Si la persona que está de duelo piensa y piensa una y otra vez, “Soy un padre pobre. Si hubiese tratado a mi hijo/a de manera diferente, no se hubiese escapado de casa y no se hubiera matado en el tren, escapándose de mí… tenía que haberme dado cuenta, ¿qué me pasa?, soy un padre terrible…” ¿cogéis la idea? Eso puede seguir durante años y años y la persona nunca sale de ello. Pero eso no es estar de duelo. Eso es atascarse en pensamientos morales, todos esos “debería”. Eso no te lleva a ninguna parte. Eso es lo que nos atasca.

UF: ¿Podrías repetir la referencia y explicarlo un poco más?

 

MBR: “La depresión es el resultado de las alternativas retenidas cognoscitivamente.” Traducido a mi idioma, es que nuestro pensamiento no nos permite ser conscientes de nuestras necesidades (y el dar pasos para alcanzar nuestras necesidades). Nos atascamos en nuestros pensamientos.

Te daré otro ejemplo. Yo trabajo con personas que están muy deprimidas, personas etiquetadas como estos “bipolares” y esa “reacción depresiva”. Se sientan ahí tan deprimidas, pensando “O, no quiero vivir”. Si utilizo el lenguaje empático de Comunicación No- Violenta y pregunto “¿Me podrías decir cuales de tus necesidades no se están cumpliendo?” lograría de ellos esta respuesta, “Soy un terrible fracasado”. Estoy pidiendo sus necesidades, pero me están contando lo que son como personas: “¡Soy un amigo terrible”.

MBR: También nos atascamos si nos comparamos con alguien: “Mi hermana es dos años más joven que yo, y es administradora en su negocio. Mírame a mí. Solo soy un auxiliar supervisor”: Estoy atascado por comparar.

Si te estás comparando con otros, tienes que leer el libro de Dan Greenberg titulado “Cómo hacerse uno mismo Miserable”. Uno de los capítulos nos enseña que si no sabes como deprimirte, solamente tienes que compararte con otras personas. Y si no sabes como hacer eso, tiene algunos ejercicios. Uno de ellos muestra la imagen de un hombre y una mujer que serían descritos como guapos, hermosos por un estándar contemporáneo. Todas sus medidas están en la imagen. El ejercicio de Greenberg es este: Tómate las medidas, compáralas con estas hermosas personas, y piensa en la diferencia. Puedes empezar feliz, y te garantizo que si haces ese ejercicio, terminarás deprimido.

Greenberg no para ahí. Cuando piensas que estás lo más deprimido que puedes estar, pasas página y te dice, “Ahora, éste solo es un calentamiento porque todos sabemos que la hermosura solo es el aspecto exterior y eso no es importante. Ahora comparémonos con gente en dimensiones que son importantes. Como lo que has logrado en tu etapa actual de la vida con alguna otra gente que he seleccionado al azar del listín telefónico. He entrevistado esta gente y les he preguntado lo que han logrado, y ahora te puedes comparar. Por lo tanto, la primera persona que saca del listín es Mozart. No sé mucho de historia pero no creo que Mozart tenía teléfono así que aquí no me fío mucho de Greenberg, pero de todas formas, él dice que este hombre, Mozart, ha escrito varias obras de música que ha sobrevivido varios siglos como piezas maestras, etc. Etc.

 

UF: Empezó cuando tenía cinco años.

MBR: Empezó a la edad de cinco años. Ahora compara lo que tú has adquirido en tu presente etapa de la vida con lo que había adquirido Mozart a la edad de cinco años. Puedes ver que comparándote con otros no te lleva a ninguna parte. Eso puede seguir eternamente; nunca sales de ello. Ese modo de pensar se enseña en las escuelas, apoyado por los fabricantes de antidepresivos. Cuanto mas piensas de esa manera, mejor va a ser el negocio.

Revisión de la Cura

MBR: Revisemos brevemente los pasos dados. Primero, la Hermana recibió empatía de mí en el rol de Hermano. Segundo, yo, el hermano, he estado de duelo -no he pedido perdón, he estado de duelo -y eso ha requerido una consciencia de mis necesidades que no se habían cumplido. Tercero, he expresado los sentimientos que venían con esas necesidades no cumplidas.

En la siguiente etapa, o cuarta, del proceso de curación, le damos la vuelta al rol de empatía y tenemos a la hermana empatizando con aquello que estaba sucediendo en el hermano cuando hizo lo que hizo. Así que haciendo el rol del hermano le he dicho a ella, “Me gustaría realmente contarte lo que sucedía en mi interior en el momento que estaba haciendo eso. Tenía estos mensajes dentro de mi cabeza diciéndome que te tenía que ayudar, oyéndolos desde mi interior. Comprende Hermana, que no estoy diciendo que tú misma dijiste esos mensajes, pero los estaba escuchando dentro de mí, y como si fuera una demanda. Por lo cual estaba roto por dentro: quería ayudarte, y al mismo tiempo, mi necesidad de autonomía estaba siendo amenazada al escuchar los “deberías” por dentro y por fuera.”

En esta etapa de nuestro proceso de cura-obteniendo empatía para la persona que realizó el acto, el cual estimuló el dolor de la otra persona- es muy importante que se realice cuando la persona que está sufriendo el dolor esté preparada para empatizar. Casi siempre, las personas que han sufrido mucho dolor me cuentan que han tenido alguien que les ha dicho, “Deberías empatizar con la otra persona. Si empatizas te sentirás mejor”. Creo que es verdad que la cura es profunda cuando podemos empatizar con lo que está sucediendo en el interior de la persona que nos ha violado, quien nos ha hecho algo dañino. Pero pedirle a una persona que haga eso antes de que ella haya recibido la empatía que necesita anteriormente es simplemente cometer mas violencia hacia ellas.

 

Como un ejemplo mas, retrocedamos a esa mujer que he mencionado, la de Argelia, y a la parte del proceso donde iba a hacer el rol de la otra persona expresando lo que sucedía en mi interior (el de él) cuando yo (él) la violé de manera tan horrorosa. Me había gritado dos veces, “¿Cómo lo pudiste hacer?” Me estaba preguntando, “¿Cómo?” porque hay un hambre en las personas para entender. Pero cada vez que lo decía, podía ver que ella misma, aún tenía demasiado dolor para escuchar y para darme empatía.

Yo soy muy lento en llegar a este cuarto paso del proceso total; quiero asegurarme en primer lugar, de que la otra persona ha recibido toda la empatía que necesita. Así que, he dicho, “Te diré, pero primero quiero estar seguro de que has recibido toda la comprensión que necesitas.” Cuando eso haya acabado, la mujer, cualquier persona, está sediento de empatizar conmigo, con la otra persona que les ha hecho daño.

UM: En una ocasión estaba experimentando con CNV, con alguien más que también estaba experimentando. Lo que realmente me molesta es que cuando estoy intentando hacerlo, la otra persona que también está practicando la empatía, dice, “Bien, no has expresado tus sentimientos,” o, “No has…” Quizás el practicar tiene que ser mas mecánico al principio, pero ¿no puede la técnica ser un proceso mas natural? Si me salto un paso, quiero tener la libertad de hacer eso. Por ejemplo, tú has dicho que después de la empatía estás de duelo. Si me oriento de manera tan estructurada que pienso que tengo que hacer todo tan literal, entonces si no siento la necesidad de estar en duelo, no seré sincero conmigo mismo, lo cual es exactamente lo opuesto de lo que creo que estás sugiriendo con el estar “en contacto con”. Tengo una necesidad real de hacerme recordar a mí mismo que la técnica es de gran ayuda, pero que no me vale por sí solo sin ser sincero con lo que estoy sintiendo en ese momento.

Proceso versus Mecánica

MBR: Me gusta mucho lo que estás diciendo. Eso mismo fue dicho por una mujer en Zurich, Suiza, de una manera parecida cuando vino a un taller y vio a un matrimonio trabajando conmigo, y lo que sucedió cuando conectaron empáticamente uno con el otro en un conflicto que habían tenido durante mucho tiempo. Vio lo hermoso que era simplemente ver la energía en sus caras cuando por fin no estaban teniendo imágenes enemigas, y cuando estaban realmente escuchándose mutuamente. Y había sido un conflicto muy doloroso, quizás quince años dándole vueltas.

 

La mujer suiza volvió un año más tarde y dijo, “Sabes, Marshall, durante este año que ha transcurrido desde que estuve en tu taller, cada vez que estoy en una situación difícil traigo a mi consciencia la mirada que tenían la mujer y el hombre cuando conectaron empáticamente,” y después dijo, “y entonces aunque hable de una manera dañina, aún es CNV.”

Como puedes ver, ella lo tenía de la manera que tú lo tienes. La mecánica es solamente de ayuda hasta el grado que soportan nuestra conexión de alguna manera. Si nos ponemos tan preocupados con la mecánica que se convierten en el único objetivo, hemos perdido el proceso.

Ahora, esta es una de las cosas más difíciles de nuestro entrenamiento porque una de las cosas que a la gente le gusta de nuestro entrenamiento es que realmente les ayuda a manifestarse de formas concretas lo que siempre han creído. Por lo tanto, les gusta el hecho de que es una forma de manifestación concreta, pero su mera concreción puede ser una desventaja cuando llega a ser un objetivo para hacerlo bien.

Reduciendo Velocidad y Tomando Tiempo

UF: Estoy trabajando y luchando en mi vida con todo este asunto de reducir la velocidad de mi cuerpo, reduciendo la velocidad de mis amistades para que pueda estar más presente para mí mismo y para otras personas y para la vida. Te veo viajar constantemente. Lo encontraría muy inspirador y de gran ayuda escuchar si es verdad que no siempre fuiste tan lento, y un poco sobre la evolución de cómo te auto redujiste de velocidad.

MBR: Y creo que está relacionado a lo que él (participante masculino, de arriba) está diciendo, porque es que en medio de esa carrera de ratas me es muy importante el saber cómo elegir hacer uso de estas tres palabras que probablemente dije a mí mismo más de cualquier otras tres palabras en los últimos cuarenta años. “TOMATE TU TIEMPO”. Esas tres palabras te dan el poder de venir de una espiritualidad de tu propia elección, no aquel para el cual fuiste programado.

Entre mi material de meditación, tengo una imagen muy poderosa que me ayuda a recordar que he de tomarme mi tiempo. Un amigo mío de Israel es muy activo organizando israelitas y palestinos que han perdido a sus hijos en la lucha, y que quieren crear algo mas de su miseria. Por lo tanto, una de los pasos a dar era escribir un libro en honor a su hijo quien había sido matado, utilizando la energía que había sufrido de eso para ir en una dirección diferente. Me dio una copia y aunque estaba escrito en hebreo y no podía leerlo, estoy contento porque hizo, porque lo abrí y ahí en la primera página está la última foto tomada a su hijo antes de que este fuera muerto en la batalla de Líbano. En la camiseta que lleva puesta el hijo dice así, “Tómate Tu Tiempo”.

Le pregunté a mi amigo, el padre autor, si tenía una foto de tamaño mayor que me podría dar para hacerme recordar. Le dije por qué esas tres palabras eran tan importantes para mí. Él me dijo, “Entonces también déjame decirte, Marshall, esto quizás lo haga más fuerte. Cuando fui a preguntar al oficial que comandaba a mi hijo, “¿Por qué le has enviado a él? ¿No podías ver que a cualquiera que le pidieses hacer eso se iba a morir?” Él me dijo, “No nos tomamos nuestro tiempo”. Por esa razón he puesto esa foto de mi hijo ahí.

Es esencial para mí que pueda ser capaz de bajar la velocidad, tomarme mi tiempo, poder venir de una energía que yo he elegido, la cual creo que fuimos hechos y programados.

Mi amigo israelí también dijo, “Marshall, te daré un poema escrito por un poeta israelí quien fue afectado de la misma manera que tú cuando vio la foto”. Y el primer renglón de este poema es, “Tómate tu tiempo, es tuyo, lo sabes”. Y tengo que seguir trabajando en eso porque así como mi querido compañero sigue señalándome, lo olvido y empiezo a correr.

Empatía para Aquellos que te Harían Daño

UF: Te he escuchado decir que los niños son menos probables de ser vencidos por alguien si empatizan con la persona que está preparada para pegarles. Asumo que esto también será aplicable a los adultos. ¿Tienes algunas sugerencias o frases de emergencia que puedan sacar del aprieto en esos momentos?

MBR: Sí. Lo primero que les ensañamos es que nunca debes poner tus “peros” en la cara de tu padre cuando éste está enfadado. Por lo tanto, cuando el padre está enfadado dice, “¿Por qué has hecho esto?” no respondas, “Pero, Papa.” Nunca des una explicación. Lo que tienes que hacer en lugar de eso, lo más rápido que puedas, es poner tu atención en lo que esta persona está sintiendo y necesitando. Se consciente de que no está enfadado contigo, tú no les has producido el enfado. Pero escucha su enfado y escucha la necesidad que no están alcanzando.

 

Practicamos, practicamos y practicamos esto. Esa es una de las cosas sobre las cuales hay que hablar teóricamente, pero es diferente cuando alguien está a punto de pegarte, el saber cómo conectar empáticamente con lo que está vivo dentro de esa persona. Enseñamos a la policía cómo hacer esto en condiciones peligrosas. Se ha documentado mucha investigación que la policía tiene mucha más probabilidad de salir vivo cuando está tratando con gente violenta armada utilizando la empatía y no un arma. Pero, el pedir que esto lo hagan los críos es un reto mayor, así que tenemos que dar a los niños mucha práctica.

Si estás entre los padres que piensan que los padres siempre saben lo que está bien, y que si la otra persona no lleva razón deberían ser castigados por eso, entonces quizás seas capaz de pegarle a tu propio hijo. Hasta que no tengamos posesión de los padres con los cuales vive el niño, a los niños les enseñamos la mejor defensa propia que conocemos: conexión empática.

Tratando con Tu Propio Comportamiento de Enfado

UM: ¿Cómo tratas con tu propio comportamiento no-violento cuando te estás comunicando con otra persona, habiendo pasado todo, y llegas al punto donde estás a punto de reventar? Cuando el tráfico está mal, cuando estás yendo al aeropuerto, o lo que fuere…

MBR: Si me sigues cuando me vaya de aquí esta tarde, probablemente verás veinte situaciones de esas desde ahora y hasta cuando llegue a Santa Bárbara esta noche. Mi compañero ahora está durmiendo o sino ella lo verificaría.

UM: Y tú has pasado por todo ese proceso de calmarte a ti mismo mentalmente y haciendo todo eso…

MBR: Sí. Por lo cual ahora sufro unos treinta segundos en lugar de unas tres horas. Pero, aún me altero. Para que veas, hay esta horrible raza de violencia, gente mala llamada,”gente que no se mueve lo suficientemente rápida”. Cuando quiero atravesar la fila de billetes, y me quiero sentar y simplemente relajarme, esta raza de gente, estos pelmas están sobre toda la maldita faz de la tierra y están aquí para sacarme de quicio. Hay un complot para probar mi paciencia en mi Comunicación No Violenta…

UM: Así que, ¿tienes algún truco o un gatillo especial que has encontrado? ¿”Cuentas hasta diez” o …

 

MBR: No, mi enfado es de gran valor. Realmente es una bendición. Cuando estoy enfadado sé que tengo que decelerar, mira lo que me estoy diciendo. Traducir los enjuiciamientos que hacen que me enfade y ponerme en conexión con mis necesidades.

UM: Así que, ¿crees que el enfado está justificado en ciertas situaciones?

MBR: El enfado está siempre justificado en el sentido de que es el resultado inevitable de estar alienado con uno mismo, pensamiento provocador de violencia. El enfadarse no es el problema. El problema es el pensamiento que nos ronda en nuestro interior cuando estamos enfadados.

UM: Y ¿cuál es el proceso que utilizas para tratar con esto?

MBR: Decelero y gozo del espectáculo de juicio que está tomando lugar en mi cabeza. No me digo a mí mismo “no deberías” pensar eso. Eso es perpetuarlo. No digo que está mal. No digo lo que en una ocasión me dijo mi hijo, cuando dije que estos pensamientos de juicio en voz alta: “¿Tú andas por el mundo enseñando comunicación?” Intento no decirme a mí mismo eso… No pienso que, “Está justificado”. Simplemente lo veo, conectar con la necesidad que subyace, y darme empatía a mí mismo. Escucho la necesidad que yace detrás de este pensamiento moral.

Como ejemplo, quizás pueda estar frustrado porque me gustaría que la fila fuera más rápido, pero los diez minutos que voy a estar en esa fila, no voy a estar añadiendo mas estrés a mi corazón. (Dicho sea de paso, investigación en la faceta médica demuestra una gran correlación entre “Tipo A” modo de pensar, lo cual yo llamo pensamiento o enjuiciamiento moral, y las enfermedades cardíacas.) Así que, me gustaría bajar el estrés de mi corazón hasta alcanzar unos treinta latidos por minuto, en lugar de estar durante diez minutos en esa fila de estar enfadado con esta persona que está enfrente que se ha tomado todo ese tiempo hablando con el vendedor de billetes. ¿No saben que estoy aquí? Puedo comerme el corazón, o puede escoger realmente el transformar esa frustración. ¿Qué podría hacer en estos diez minutos? Llevar algo para leer en la fila.

UM: ¿La meta ideal es que no seas perturbado por todo ello? ¿Es ese el lugar dónde te ves eventualmente?

MBR: La meta ideal es el pasar la mayoría de los momentos de la vida que me sea posible, en ese mundo del cual habla el poeta Rumi, “un lugar mas allá del bien y del mal”.

Aprendiendo a Tratar con una Persona Difícil

UM: Aparte del bien y del mal, creo que todos tenemos nuestro condicionamiento, una cierta química y apertura hacia algunas personas y no hacia otras, basado en nuestra crianza, hábitos personales y todo eso. Y a menudo no sé como sentirme realmente abierto, cálido con las personas que son diferentes, realmente diferentes de mí. Y no estoy necesariamente hablando solo de racismo. Simplemente puede ser personas de hábitos diferentes, de diferente manera de ver las cosas, y por lo tanto estoy confuso de cómo verdaderamente desarrollar más tolerancia. Y es aún más difícil en esta sociedad políticamente correcta que dice que deberíamos ser tolerantes.

MBR: En primer lugar, simplemente he sacado la palabra “debería” de ahí. Mientras pienso que “debería” hacerlo, lo resistiré, aunque verdaderamente quiera hacerlo. Escuchando “debería” desde dentro o desde fuera le quita todo el placer de hacerlo. Intento nunca hacer aquello que debería, pero sigo la sugerencia hecha por Joseph Campbell. Después de haber estudiado religión comparativa y mitología durante cuarenta y tres años, Campbell dijo, “Sabes, después de toda mi investigación, es alucinante que todas las religiones estén diciendo la misma cosa: No hagas nada que sea juguetón.”

No hagas nada que sea jugar. Él lo dice de otra manera:”Sigue tu felicidad” ven de esta energía de cómo hacer el mundo un lugar de pasárselo bien y dónde se pueda aprender.

Hablemos un minuto sobre la “tolerancia”. Hay muchas personas con las cuales no soporto estar. Y son mis mejores preceptores espirituales. Ellos me enseñan lo que está sucediendo en mi interior que me dificulta el ver la divina energía en ellos. Quiero aprender de cualquier cosa el cual me impide conectar con esa energía. Afortunadamente, hay mucha gente a la que no soporto; tengo muchas oportunidades de aprender. Practico. Pregunto, “¿Qué es lo que hace esta persona para que me dispare, para que les juzgue?” En primer lugar me aclaro sobre lo que hacen, en segundo lugar, tomo consciencia de cómo estoy juzgando a esa persona quien me hace enfadar tanto. El tercer paso es mirar detrás de mi juicio para ver qué necesidad particular mía no se está cumpliendo con relación a esa persona. Intento darme a mí mismo empatía para aquella necesidad que no se está cubriendo en relación con esa persona. Cuarto, me digo a mí mismo, “Cuando la persona hace eso que a mí no me gusta, ¿qué necesidad personal está intentando alcanzar?” Intento empatizar con lo que está vivo dentro de ellos cuando lo hacen.

Estas personas que no aguanto son mis mejores maestros de Comunicación No Violenta, si es que hago ese ejercicio con ellos.

Sketch de Rol sobre Enfado Hacia la Madre

UM: ¿Me gustaría saber si estarías dispuesto a ayudarme con una cura con mi madre? Le voy a visitar en Acción de Gracias.

MBR: Hagámoslo. Yo seré tu madre, y tú haz de ti misma. (EMPIEZA EL JUEGO DE ROL) Pues bien, hijo, ahora tengo mis oídos de empatía puestos y me encantaría escuchar cualquier cosa que esté vivo dentro de ti que hace todo menos totalmente agradable el que tú estés en mi compañía.

UM: ¿Por dónde comienzo?

MBR: O, bien, hay mucho que yo pueda aprender.

UM: Estoy tan frustrado y tan enfadado y desanimado, y siento desesperación a mí alrededor por todo lo negativa que eres, cómo estás siempre mirando a las cosas para después criticar sobre todo el mundo, sobre mí, sobre la vida, sobre el gobierno. Estoy enfadado de que hayas pintado este cuadro del mundo como un lugar horrible y después que nos lo dijeras a mí y a mis hermanas.

MBR: Haber si soy capaz de entenderlo. Escucho en todo eso dos mensajes importantes que no me quiero perder. El primero es, si te estoy escuchando correctamente, que te gustaría algo de comprensión sobre lo doloroso que es para ti estar en mi compañía cuando yo estoy con tanto dolor… y como esto te deja constantemente sintiéndote bajo alguna presión de tener que de alguna manera tratar con mi dolor.

UM: Sí.

MBR: Y después la segunda cosa que estoy escuchando es que lo que te gustaría de mí es algo de comprensión de cuánto dolor llevas sobre tus hombros por haber sido expuesto a éste durante tan largo tiempo, que te gustaría no tener tanto dolor en cómo ver las cosas.

UM: Eso, en parte cierto. Yo estoy enfadado porque me siento como que tengo un conflicto interno, de proteger mi propia habilidad para escoger, para percibir las cosas de cómo yo quiera.

MBR: Así que, qué maravilloso sería si no tuvieras que trabajar tan duro para poder vivir en un mundo que es bastante diferente de aquel que yo te estoy pintando.

UM: Sí.

MBR: Sí. Cómo te gustaría vivir en ese otro mundo y qué triste ver qué cantidad de tu energía estás vertiendo en ese, en el cual yo te he ensañado ha vivir.

UM: Sí, y si esto suena a acusación-y lo es-pero ese es el lugar donde ahora me siento bien.

MBR: No escucho acusación alguna, hijo. Tengo puestos mis oídos de CNV. Todo lo que escucho es hermosura.

UM: Estoy enfadado porque simplemente estás sumergida en tanto dolor que eso es todo lo que presentas, y porque no hayas dicho, “Tengo mucho dolor, pero tú no tienes por qué tenerlo”. Y estoy enfadado porque no se me dio ningún ánimo para elegir una manera diferente de ver el mundo, y cuando lo hago, tú te sientes amenazada e intentas devaluar y hacer empequeñecer lo que yo percibo.

MBR: Quiero reflejar eso, revisar contigo para ver si por lo menos podría haber sido posible hacer las cosas más soportables para ti, mientras me duraba este dolor, si pudiera haber dicho, “Oye, esto es cómo yo veo las cosas y no te estoy animando para que lo veas de la misma forma”. Pero lo presente de tal manera que sonaba como que esta es la manera que el mundo es, y como niño lo interiorizaste eso. Y eso es lo que ahora te dificulta el vivir en un mundo de tu propia elección, en lugar de aquel que yo te pinté.

UM: Sí. Y regreso muchas veces a ese lugar de mi niñez cuando estoy contigo. No tengo la distancia que creo necesito tener para poder decir, “Ah, esa solo es mi madre y …”

MBR: Sí.

UM: Aún me siento como que continúa amenazando mi autonomía al escuchar tus sentimientos.

MBR: Si, tú escuchas esos sentimientos y pierdes la conexión con El mundo en el cual quieres estar y penetras en este mundo que te he pintado.

UM: Sí. Y estoy preocupado porque te voy a visitar el día de Acción de Gracias y conozco muchas de las estrategias que he utilizado en el pasado que aún están vivos dentro de mí, como el asentir con la cabeza arriba y abajo, pretendiendo que te escucho cuando lo que realmente es que estoy enfadado, y he dejado mi cuerpo, y tengo miedo de expresar mis verdaderos sentimientos, y estoy preocupado de que lo voy a hacer de nuevo.

MBR: Sí.

UM: Y estoy preocupado de que si intento estar auténticamente contigo voy a ser criticado por tener estos sentimientos.

MBR: Odias estar en esta situación donde las únicas dos opciones que puedes imaginar son el esconderte o el intentar ser honesto y empeorar las cosas. Lo que realmente desearías es que hubiese alguna otra conexión entre nosotros dos aparte de la que hay.

UM: Sí. Y estoy preocupado de esa parte de mí que está tan dolida con esto, que te quiero avergonzar y hacer que no tengas razón.

MBR: Es tan fuerte en ti ese sufrimiento que has vivido que necesitas esta comprensión desesperadamente por todo lo que has pagado por él.

UM: Sí. Sí. Aunque lo que más me aterroriza es el no ser auténtico y armar un lío, porque tengo algo de entrenamiento en ser capaz de limpiarlo. Lo que odio en mí mismo es que me puedo convertirme en un témpano y simplemente no estar ahí.

MBR: Sí.

UM: Y no cuidarme, y no hablar, y estoy preocupado de esa tendencia.

MBR: Así que, así como es tan incómodo para ti el imaginar el tener que hablar y tener que limpiar las porquerías, eso te resulta menos tóxico que el tener que continuar escondiéndote y no expresarte – siendo tan miedoso el hacer eso.

UM: Tengo mucho dolor sobre el tener que interiorizar las etiquetas “demasiado sensible”, e “hipersensible”, las etiquetas que tú utilizas para expresar el estar desbordada cuando escuchas mis sentimientos.

 

MBR: Sí, sí, sí. Desearías poder escuchar a través de eso y escuchar mi dolor sin escuchar mis críticas, pero el hacer eso te supone un gran esfuerzo.

UM: Sí.

MBR: ¿Hay algo más que te gustaría decir antes de que yo te responda?

UM: Estoy preocupado por la cantidad de dolor que aún hay vivo en mí, y cómo eso sale me queriendo hacer que estés equivocada, querer avergonzarte y apalearte porque lo que percibo que me hiciste.

MBR: Sí, el dolor en ti es tan fuerte, y necesitas sacarlo, pero tienes miedo de que la única forma que quizás lo hagas será interpretada por mí de tal manera que nos distanciará aún más uno del otro. Y eso no es lo que quieres. Pero sí quieres sacar ese dolor y tratarlo.

UM: Sí, estoy preocupado de intelectualizarlo, y ojalá tuviese el permiso para hacerlo, el permiso psíquico de simplemente gritar y patalear y no decir ni una sola palabra y que se me escuchase eso, porque nos metemos en nuestras cabezas, y odio eso.

MBR: Sí. Así que, quieres estar segura de que si utilizamos palabras, que éstas nos conecten realmente a la vida y no nos lleven más allá de ella. Y en el momento te resulta difícil imaginar palabra alguna para ello. Parece que el sacar todo el dolor es simplemente el tener que gritar o patalear o algo.

UM: Y también estoy conectado a una parte de mí que solamente quiere venir a casa y obtener el nutrido que no recibí como niño en esta familia, y estoy preocupado que esa no es una necesidad realística el intentar entrar en esta familia.

MBR: Así que, no solamente hay el resolver este dolor sino que hay algo más. Tú realmente tienes el sueño de nutrir la relación, el sentir que eres valorado, el disfrutar de estar juntos. Eso parece estar muy lejano teniendo en cuenta todo el dolor que estás atravesando, que es incluso difícil imaginar que pudiésemos llegar a esa etapa, de estar realmente nutriéndonos mutuamente.

UM: Ajá. Para ser honesto, es muy difícil el imaginarte dando eso, porque estás tan ocupada en tu propio sufrimiento.

MBR: Sí. Tan difícil de incluso imaginarlo. ¿Algo más que quieras que te escuche antes de responderte?

UM: sabes, si hablas de cuánto odias al presidente, aunque esté de acuerdo contigo, no lo quiero oír, y preferiría darte un puñetazo en la cara.

MBR: Así que, cualquier cosa que hable, si es el presidente o cualquier otra cosa, tan pronto como me veas con el dolor, tú te metes en tal dolor, que no es un lugar en el cual quieres continuar estando.

UM: Intelectualmente, no tengo ni idea por qué, pero el mero hecho de oírte dar tus juicios sobre las personas me repele; no quiero ser una sordina para tus historietas. Si te viese soltando tu dolor y lograr empatía por ello, sería una historia diferente, pero…

MBR: Estás harto de sentir de que alguna manera tú eres el que tiene que curar ese dolor, y no sabiendo como hacerlo, y desmoralizándote. Quieres sacar algo más de cualquier relación que tengas, aparte de estar en ese rol.

UM: sí.

MBR: El tener que escucharlo, y después de alguna manera, hace que me sienta mejor.

UM: Ajá. Desearía que pudiese encontrar una manera de disfrutar de ello. ¿Sabes? el escuchar tus juicios va en contra de la manera en la cual escucho los juicios de mis amigos: Tú y yo a veces tenemos una fiesta haciéndonos daño mutuamente… Y yo no estoy ahí, porque tengo esta voz crítica dentro de mí diciéndome que es mi responsabilidad.

MBR: Te das cuenta de que parte del tema es decirte a ti mismo que de alguna manera has de arreglarme, tu Madre. Pero, también, quieres que vea que hay cosas que digo y hago que provoca eso.

UM: Sí, sería muy agradable para mí si dijeras, “Sabes, tengo algo de dolor y quisiera librarme de ella: ¿Puede tener una oreja?” Que en sí pidieses permiso. Entonces yo podría satisfacer mis necesidades de respeto.

MBR: Sí. Me gustaría responder ahora. ¿Puedes escucharme, o te gustaría que escuchase más de tí?

UM: Puedo decir mucho más, pero resiento bien por tener que escucharte ahora.

MBR: Bien, estoy tan aliviada de que no hayas roto nuestra relación, que aún estás trabajando para obtener un camino para que sea no solamente soportable sino también nutriente. Y estoy segura de que has estado cerca de querer romper esta relación. No te puedes imaginar qué regalo es para mí que aparte del dolor que me estás contando, que aún tienes esperanza, alguna luz por la que podremos aprender a nutrirnos mutuamente.

UM: No sé si tengo esa esperanza, pero sé que si trabajo en esto un poco, tendré mejores relaciones con mujeres.

MBR: Así que, aún no pudiéndote imaginar el ser nutrido por mí, por lo menos esperarías poder hacerlo con otras mujeres. Hay tanto que te quiero contar lo cual ha sido estimulado por lo que tú me has dicho, pero en este momento, solo tengo una horrible tristeza al ver que he manipulado mi dolor de tal manera que no ha saciado ninguna de las necesidades que he tenido a lo largo de toda mi vida, la necesidad más fuerte que recuerde: el nutrirte. Y el ver que en lugar de nutrirte de una manera que me hubiese gustado, he sido un estímulo de tanto dolor para ti. Es enormemente escalofriante el mirar a la profundidad de mi tristeza sobre ese tema. Es una de las cosas por las cuales he tenido que sufrir, pero por Dios, el haber contribuido todo ese dolor en ti. Y quisiera saber cómo te sientes al escuchar eso.

UM: Me siento como petrificado. Creo que me estoy protegiendo a mí mismo.

MBR: Eso es lo que me temía, que incluso ahora sientes que tengas que hacer algo sobre eso. Realmente quiero que sepas que con estos oídos puestos lo único que quiero es empatía. Nada más. Y si no puedes darlo, lo puedo escucharlo sin tener que escucharlo como un rechazo o el crear más dolor en mí. Así que, puedo escuchar que estás como petrificado y que parte de ti quiere reaccionar, pero parte de ti tiene miedo de volver a entrar en el viejo ahora-tienes-que-hacer-algo-con- esto.

Ahora, me gustaría contarte lo que sucede dentro de mí en el tiempo que he estado haciendo eso durante estos años. Cuando escucho cómo te hubiese gustado que te lo hubiese comunicado, realmente deseo llorar porque me hace tomar conciencia de cuánto me hubiese gustado decírtelo de esa manera. Entonces me pregunto qué es lo que me impidió hacerlo, y es entonces dónde me entran las ganas de llorar. No puedo ni imaginarme que le importe a alguien lo que me sucede. Y entonces lo que me has dicho me ha ayudado a darme cuenta de que he estado pidiendo ayuda de manera que conduce a una profecía de desarrollo personal. La manera en la cual he estado pidiendo esa ayuda, ¿cómo puede nadie gozar en dármelo? Y sentí una tristeza tan profunda que no supe ninguna otra manera de decir, “Oye, tengo dolor y necesito algo de atención”.

No quiero que te hagas responsable de ello. Solo necesito, de alguna forma, sentir que le importa a alguien lo que me pasa. La única manera que sabía de pedir ayuda provocaba de parte de casi todos, justo la reacción opuesta. Por lo tanto, el pedir esa ayuda de tal manera que la otra persona disfrutaría escuchándola no era posible. Simplemente me desespero y lo expreso de la única manera que sé: desde la desesperación. Y entonces veo cómo afecta a las personas, y entonces mi desesperación incrementa. Me gustaría saber cómo te sientes cuando te cuento esto.

UM: Triste, pero algo aliviado de poder escuchar algo de lo que subyace bajo la emergencia de tu expresión. Algo de alivio simplemente por poder conectar contigo.

MBR: Me estoy sintiendo muy vulnerable con respecto a nuestra revelación de nosotros mismos. ¿Qué te parecería si preguntase al grupo que expresaran su reacción sobre lo que hemos estado diciendo?

UM: Estoy segura de que lo disfrutaría.

MBR: Bien, ¿tiene alguien algún sentimiento, reacciones provocados por nuestro diálogo?

Reacciones al Esketch de Rol.

UF: De alguna manera, está situación hace que mi corazón sonría al ver hombres tan correspondidos entre ellos, una manera tan compasiva. Este es una clase de experiencia nueva para mi.

MBR: No somos hombres reales. (dijo de broma)
UF: El que lo mostréis abre posibilidades de maneras de actuar para

hombres. Por lo que estoy agradecido.

UM: Yo, también, estoy agradecido. Realmente me ha afectado profundamente, porque mi madre y yo tenemos un conflicto similar, uno para el cual no he hallado una manera afectuosa de tratar. Me he llevado a mí mismo a un lugar de desesperación respecto a ello. Y mientras escuchaba a Marshall en duelo en el rol de madre, con la tristeza sobre cómo su intención era que su hijo fuera feliz, y lo importante que era eso para ella, he sentido algo de cura para mí, sabiendo que eso es lo que tiene importancia para mi madre-que nunca fue su intención hacer mi vida difícil. Era de curación para mí escuchar lo que ella quizás estaba pasando y escuchar vuestro diálogo. Lo aprecio mucho.

UM: Bien, me siento muy agradecido por la experiencia, porque podía realmente palpar la humanidad que había detrás de las palabras. No se si alguno de vosotros ha oído hablar de “vibraciones”, pero en un momento he sentido algo que eliminó la barrera entre cada uno de vosotros que estáis en esta habitación y yo. Me he sentido realmente conectado. Y por otra parte, estoy un poco triste, porque me gustaría realmente ver gente-incluyéndome a mí mismo-feliz, sabéis. Y me estoy dando cuenta de lo que estabas diciendo cuando estabas realizando el rol de madre: Que hay algo en cada uno de nosotros que nos bloquea la humildad que tenemos dentro de nosotros, y es sorprendente con qué velocidad puede llegar una solución, una vez que una de las personas o las dos son capaces de abrirse. Creo que la técnica ayuda mucho, pero también depende de tu habilidad para saber conectar con tu corazón; es sobre la presencia que he sentido. Como creer en Dios. Creo que esa es una buena descripción sobre lo que he sentido en ese momento. Muchas gracias.

UM: (del juego de rol): Lo que está vivo en mi es mi tristeza, identificándose conmigo, reconociendo que me he dado por vencido en curar mi relación con mi propia madre… cómo iba yo ha curar mis relaciones con mujeres sin haber curado mi relación con mi madre. Y como no sé cómo acercarme a ella, o ni siquiera si puedo o debería, porque creo que ella no sería capaz de responderme de esa manera.

MBR: ¿Cómo crees que respondería al escuchar esta grabación?

UM: No sé. Me ha servido de cura para mí; quizás a ella también le curaría o algo.

MBR: Me gustaría que lo intentaras, y si funciona maravillosamente, me gustaría que me llamaras y me lo dijeras. Y si empeora las cosas, llama a mi plantilla.

UM: Siento algo de esperanza después de oír eso: no que pudiese permanecer con sentimientos y necesidades todo el tiempo de ninguna de las maneras, pero simplemente tengo algo de esperanza. Aunque lo eché todo a perder, hay algo de esperanza y energía el intentarlo con mi hermano, el mismo tipo de cosa. Gracias.

El Regalo de Marshall de parte de su Madre.

 

MBR: Me gustaría compartir con vosotros un regalo que he recibido. Tenía un dolor similar en relación con mi madre, y hablabas de ello como si fueras yo. Y quiero contarte acerca de una cirugía mayor que tuve que me ayudó salir de ello, no que me operasen, pero que mi madre tuvo en uno de mis talleres al cual vino.

En el taller, las mujeres del grupo estaban hablando lo miedoso que era para ellas como mujeres expresar necesidades directamente, y hasta que punto sus relaciones personal con los hombres se estaban echando a perder debido a esto. La única manera que sabían expresar sus necesidades obtenía como resultado lo opuesto que ellas querían. Entonces se amargaban más, lo cual lo hacía peor.

Bien, una mujer tras otra estaba diciendo lo difícil que era para cada una de ellas el comunicar sus necesidades. Mi madre se levanta y se marcha, se va al baño. Y estoy empezando a preocuparme porque verdaderamente estuvo allí mucho tiempo. Y cuando sale me percato de lo pálida que está y le pregunto, “Madre, ¿estás bien?” Ella responde, “Ahora sí lo estoy”.

“El escuchar la discusión ha sido un tanto molesto para mí, porque cuando he escuchado a las mujeres hablando sobre lo difícil que les resultaba expresar sus necesidades, me hizo recordar algo.” Entonces dije, “¿Te importa decirme lo que era, Madre?”

Me contó esta historia. “Cuando tenía catorce años, mi hermana, a tu tía Minnie, le operaron de apendicitis, y entonces tu tía Alice le compró una pequeña cartera. Cómo añoraba esa cartera, lo que no hubiese dado por la cartera! pero en mi familia nunca pides aquello que deseas o necesitas. Escucharías como respuesta por parte de los niños mayores, “Sabes lo pobres que somos. ¿Por qué estás pidiendo lo que necesitas?” Pero lo quería tan desesperadamente que empecé a quejarme de dolores en un costado. Me llevaron a dos médicos que no podían encontrar nada, pero el tercero dijo que quizás sería aconsejable realizar una cirugía exploratoria.”

A mi madre le operaron de apendicitis funcionó: Mi tía Alice le compró una cartera idéntica a la que ella quería pero la cual no podía pedir. Pero eso no fue el final. Mi madre me dijo, “Y entonces estaba tumbada en la cama en el hospital con un dolor pos-operatorio muy fuerte, pero ¡tan feliz!. Vino la enfermera y me metió el termómetro en la boca, después salió y entró otra enfermera. Yo quería que viese mi cartera pero lo único que podía decir era “Mmmm, mmmm, mmmm” debido a la cosa que tenía en la boca. La enfermera dijo, “¿Para mí? Gracias,” y cogió la cartera. Y no podía pedir de vuelta.”

Tal fue el regalo que me dio mi madre, el mero hecho de ver lo difícil que le resultaba expresar sus deseos, lo que tenía que sufrir, que me ayudó a ver todo aquello por lo cual le odiaba. Entiendo sobre las ocasiones en las cuales pedía cosas que solamente agravaban los demonios en mí, había una desesperación tras ella. Podía ver el por qué no podía simplemente decirlo. Por lo tanto, esa cirugía mayor ayudo en sacarme de eso, ver su dolor como una ”Maldita sea…” Eso realmente ayudó.

UF: (al participante de juego de rol): Quiero decirte cuanto he apreciado tu voluntad de ser vulnerable y expresar toda tu rabia y tu daño y tu dolor. Y quizás te sorprenda que tu madre esté tan dispuesta, tan ansiosa de abrir eso. Voy a comprar la cinta de audio y se lo voy a llevar a mi hijo.

UM: ¿Podrías decir algunas cosas que podrían llevar mi diálogo contigo a su final? Estoy pensando en coger la cinta de audio y ponérselo a mi madre cuando la visite, y esto remueve mucho miedo. Lo que me estoy diciendo a mí mismo es, hemos dicho cosas muy fuertes, cosas durísimas y, mientras que no tengo ninguna esperanza que pueda lograr una mejor relación con mi madre, estoy preocupado que quizás ella no sea capaz de escuchar eso como un desahogo mío del momento.

MBR: Ese es el peligro, pero si se queda lo suficiente y ve cómo he escuchado la hermosura que yace tras ello, ella también estará aprendiendo Comunicación No-Violenta.

UM: Se me ha ocurrido que antes de ponerle la cinta, le puedo decir algunas de las cosas que dije con el único propósito de expresar realmente la fuerte emoción de ese momento: Ella entiende eso muy bien. Eso me lo enseñó ella.

MBR: Y después puedes decir, “Y Madre, me gustaría que vieses cómo Marshall lo trató haciendo tu rol. Y me gustaría que me dijeses después de escucharlo cómo te sentiste sobre cómo llevó a cabo tu rol. Cómo lo manejó cuando le llame estos nombres.”

UM: Estoy preocupado que quizás te quiera como hijo. UF: Yo quiero a Marshall como madre.

 

Resumen

Hay TRES PASOS PREVIOS a la hora de crear un puente de empatía entre las personas buscando curación o reconciliación en una relación significante.

PASO UNO es que alguien escuche con empatía a la persona que está dolido, enfadado, o atemorizado. El que escucha está presente para la persona, queriendo escuchar “lo que está vivo dentro de ellos” sin hacer juicios, moralizar, diagnosticar, u ofreciendo consejo no solicitado. Aprendimos la diferencia entre “empatizar”-esa presencia plena con el otro que está vacío de atención en nuestros propios sentimientos-y “tener compasión” que dice, “Se lo que estás sintiendo” y se refleja a sí mismo, causando que nuestra atención se aleje de aquel a quien estamos escuchando.

Todo esfuerzo se realiza para dar a la persona dolidatoda la atención empática que necesiten, hasta que experimenten algo de alivio. Revisamos tan a menudo como haga falta para asegurarnos que estamos siguiéndoles y comprendiéndoles. Cuando la otra persona se sienta satisfecha, el escuchador puede avanzar.

PASO DOS en curación o reconciliación estilo CNV es el “el requerimiento pos-empático”, en el cual el escuchador ayuda a descubrir qué más necesita la otra persona en este momento. Ponerte en contacto con necesidades no satisfechas es tan importante como para el proceso de curación, tanto como el hacer peticiones al receptor, en el momento, informando sobre lo que necesita ahora para saciar esas necesidades.

Hemos visto que hay tres maneras de hacer que tome parte en el juego de rol del “otro” en un conflicto. La primera manera es actuar como una tercera persona. La segunda manera es jugar el rol de esa tercera persona en el conflicto, y la tercera es traer a esa persona actual para que participe en el diálogo.

Después de que la persona haya expresado por completo su dolor, haber descubierto sus necesidades actuales dentro de la situación, y haber identificado las peticiones que saciarían esa necesidades, quizás entonces serán capaces de escuchar los sentimientos, necesidades, y peticiones del escuchador.

PASO TRES tiene ahora al escuchador compartiendo lo que ella siente sobre lo que ha escuchado. El escuchador se pone de duelo reconociendo la participación que ella ha tenido en crear la situación y se pone en contacto con aquellas necesidades propias que no fueron satisfechas por medio de la acciones del que ha hablado, y con el dolor estimulado en el otro. También identifica las acciones que le hubiera gustado tomar en su lugar. Este proceso de duelo es diferente del de pedir perdón, el cual implica culpabilizar o mal-hacer. El que está de duelo reconoce aquello que le hubiera gustado hacer que hubiera satisfecho las necesidades de todos plenamente. Esto permite que un dolor profundo, tristeza, o remordimiento aflore y sea escuchado por la persona que está dolido. El que está de duelo puede requerir que sea escuchado en silencio mientras que sus sentimientos son expresados, o requiera después un feedback.

Si las dos partes lo desean, pueden cambiar de roles y repetir la empatía y los pasos del duelo para poder permitir un entendimiento mas pleno entre ellos sobre la situación. Si después de esto aún necesitan más ayuda, pueden pedir el servicio de un “tercero”, alguien entrenado en el uso de Comunicación No Violenta quien hará de intermediario en el proceso de curación y reconciliación.

Algunos Sentimiento Básicos que Todos Tenemos

Sentimiento cuando las necesidades “están” satisfechas

-Sorprendidos
-Confianza
-Enérgicos
-Alegrados
-Inspirados

Sentimiento cuando las necesidades “no están” satisfechas

-Enfadado -Confuso -Decepcionado – Angustiado -Frustrado

-Desesperado -Irritado -Nervioso -Confuso -Triste

-Molesto -Preocupado -Desilusionado -Avergonzado -Desamparado

-Impaciente
– Sólo -Sobrecargado – Reacio -Incómodo

– Jubilosos
– Optimismo -Aliviados

-Cómodos -Ansioso

– Movidos -Orgullosos -Estimulados -Agradecidos – Confiados

-Sorprendidos -Tocados

-Realizados -Esperanzados -Intrigados

 

Algunas Necesidades Básicas que todos tenemos

Autonomía

  • –  La elección de sueños/metas/valores.
  • –  La elección de planes para cumplir con los sueños de uno, metas, valores.Celebración
  • –  Celebrar la creación de la vida y de sueños cumplidos.

–  Celebrar pérdidas: seres queridos, sueños, etc. (estar de duelo)

Integridad

– Autenticidad – Creatividad – Sentido
– Autoestima

Interdependencia

-Aceptación
– Comunidad
– Contribuir a la riqueza de la vida.
– Seguridad emocional
– Empatía
Nutrición Física
– Aire – Alimento
– Movimiento, ejercicio
– Protección de formas de vida amenazadoras de nuestra propia vida:

Virus, bacterias, insectos, animales predadores – Descanso – Expresión sexual
– Cobijo – Tacto – Agua

– Apreciación
– Consideración

– Cercanía

 

Juego

– Pasárselo bien -Risa

Comunicación espiritual

– Hermosura – Armonía
– Inspiración – Orden – Paz

– Honestidad (la honestidad que nos apodera y que nos habilita para aprender de nuestros límites)

– Amor
– Respeto
– Confianza

– El reasegurar – Apoyo

– Comprensión

 

Información sobre CNVC y NVC

Sobre CCNV (Centro de Comunicación No Violenta)

El de Comunicación No Violenta (CCNV) es una organización internacional pacificadora y sin ánimo de lucro cuya visión es un mundo donde las necesidades de todos son satisfechas pacíficamente. CNVC está dedicada a mantener el esparcimiento de Comunicación No Violenta alrededor del mundo.

Fundado en 1984 por el Doctor Marshall B. Rosenberg, CCNV ha estado contribuyendo en una vasta transformación social en forma de pensar, hablando y actuando-enseñando a persona cómo conectar de formas diferente que inspiran resultados de compasión. En todo el mundo, el entrenamiento de CNV se está enseñando en comunidades, escuelas, cárceles, en centros de comunicación, iglesias, empresas, en conferencias profesionales y más. El Doctor Rosenberg pasa más de 250 días cada año enseñando CNV en algunos de los lugares más empobrecidos, estados rasgados por guerras del mundo. Más de 180 entrenadores diplomados y cientos más enseñan CNV en 35 naciones a aproximadamente 250.000 personas cada año.

En el CNVC creemos que el entrenamiento de CNV es un paso crucial para poder continuar construyendo una sociedad con compasión y pacífica. Tú donación declarable en tus impuestos ayudará a CCNV continuar en proporcionar entrenamiento en algunos de los lugares más empobrecidos, rincones más violentos del mundo: También soportará el desarrollo y continuación de proyectos organizados con el objetivo de traer entrenamiento en CNV a regiones de alta necesidad y poblaciones.

Para realizar una donación libre de impuestos o para aprender más sobre los recursos de gran valor abajo descritos, visita la página Web de CNVC en www.CNVC. Org

  • –  Entrenamiento y Título – Busca oportunidades de entrenamiento locales, nacionales e internacionales, acceso a información sobre título de entrenador, conectar con las comunidades locales de CNV, entrenadores y más.
  • –  CNVC Librería – Buscar correo o telefonear pidiendo información sobre pedidos para una completa selección de libros sobre NVC, folletos, material de audio y videos en la página web de CNVC.
  • –  CNVC Proyectos – Siete proyectos regionales y basados en temas proveen un foco y liderazgo para enseñar NVC en una aplicación particular o región geográfica. Engánchate o aprende más en nuestra página web.
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Sobre NVC

Desde el dormitorio hasta el baño, desde el aula hasta la zona de guerra, Comunicación No Violenta (NVC) está cambiando vidas todos los días. NVC provee un método fácil de agarrar para llegar a la raíz de la violencia y del dolor de un modo pacífico. Examinando las necesidades no satisfechas que yacen detrás de lo que hacemos o decimos, NVC ayuda a reducir hostilidad, curar el dolor, y fortalecer relaciones profesionales y personales. NVC se está enseñando en corporaciones, aulas, prisiones, y centros de mediación en todo el mundo. Y está afectando movimientos culturales al mismo tiempo que instituciones, corporaciones y gobiernos integran una consciencia NVC en sus estructuras organizativas y en su acercamiento al liderazgo.

La mayoría de nosotros estamos hambrientos de habilidades que pueden mejorar la calidad de nuestras relaciones, para profundizar nuestro sentido de poder personal o simplemente ayudarnos a comunicar con más efectividad. Desafortunadamente, la mayoría de nosotros hemos sido educados desde que nacimos en competir, juzgar, demandar y diagnosticar; en pensar y comunicar en términos de aquello que está “bien” y de o que está “mal” con las personas. En el mejor de los casos, el modo habitual que tenemos de pensar y de hablar frena la comunicación y crea mal entendidos o frustraciones. Y peor aún, pueden causar enfado (rabia) y dolor, y puede conducir a la violencia. Sin querer, incluso personas con las mejores intenciones generan un conflicto innecesario.

NVC nos ayuda a llegar por debajo de la superficie y descubrir lo que está vivo y a lo vital que hay dentro de nosotros, y cómo todas nuestras acciones están basadas en necesidades humanas que estamos queriendo saciar. Aprendemos a desarrollar un vocabulario de sentimientos y necesidades que nos ayuda a expresar más claramente lo que sucede dentro de nosotros en cualquier momento dado. Cuando entendemos y reconocemos nuestras necesidades, desarrollamos unos cimientos compartidos para unas relaciones mucho más satisfactorias. Únete a los miles de personas por todo el mundo que han mejorado sus relaciones y sus vidas con esta simple pero revolucionario proyecto.